La explosiva popularidad del pádel

Todo mundo quiere jugar pádel. Muchos quieren también desarrollar negocios.

Según la leyenda, Enrique Corcuera inventó el pádel a principios de los 60s en su quinta de Jalisco. Ahí, jugaba con sus amigos una versión de frontón que él había perfeccionado con el tiempo. La primera cancha especial la habría construido en Acapulco, en su casa de Las Brisas.

En algún viaje a México, Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, un príncipe español, se hospedó en casa de Corcuera. Además de ser un gran promotor del turismo en Marbella, el príncipe era también el fundador de un resort en aquella ciudad española. Le gustó tanto el concepto del pádel que en 1968 construyó un par de canchas en su hotel.

Era una época en la que Marbella crecía en popularidad, con turistas provenientes de muchos países. Sobresalían los argentinos, quienes llevaron al pádel de regreso a su país y donde, a finales de los 80s, el deporte explotó en popularidad.

Es un deporte muy social y muy fácil de jugar”, explica Daniel Gómez Junco, vicepresidente de la Federación Mexicana de Pádel. “En el tenis tienes que jugar con alguien de tu nivel para que esté divertido. Acá no; mientras le pegues a la pelota te la vas a pasar bien”.

Una cancha de pádel mide 20 x 10 metros, tiene pasto artificial y está cerrada con paredes que pueden ser de distintos materiales pero que permiten que la pelota rebote. Juega una pareja contra otra, pasando la bola por encima de la red. Es considerado un deporte más ‘amigable’ para las rodillas. Los juegos duran en promedio una hora y media, y las reglas son parecidas a las del tenis. Las canchas son principalmente privadas.

Dice Daniel que en Monterrey, Club Sonoma instaló algunas canchas hace no más de cinco años. Rápidamente otros clubes comenzaron a desarrollar propias —en muchos casos, convirtiendo canchas de tenis a canchas de pádel— y luego llegaron centros especializados en pádel, abiertos al público en general.

El deporte tenía décadas de existir en México, claro. Había ya muchas canchas por todo el país. Pero por años fue un deporte más, no más popular que otros deportes de raqueta, como el raquetbol o el frontón.

Con la pandemia, esto cambió por completo.

Construir una cancha de pádel cuesta alrededor de $500 mil pesos. Como negocio parece ser muy atractivo: los centros especializados suelen cobrar unos $300 pesos por hora, por jugador —$1,200 pesos la hora— y están abiertos los siete días de la semana. Con la extraordinaria popularidad del deporte, están bastante llenos. Sumándole ingresos por ventas de botanas y de equipo, un centro con seis canchas debe estar vendiendo cerca de $1.5 millones de pesos al mes (con gastos de operación que deben ser relativamente bajos). Y fuera de la ubicación y el espacio, no parece ser un modelo que tenga importantes barreras de entrada.

Playtomic es una startup española que lanzó en 2018 una plataforma para encontrar y contratar una cancha en dónde jugar. Está disponible en 34 países y a finales del año pasado recibió €56 millones de euros en su última ronda de inversión; su valuación supera los €200 millones de euros. De acuerdo con información de la propia empresa, a nivel global tan solo en 2021 triplicó el número de reservaciones contratadas dentro de su plataforma; tendría en aquel momento un millón de jugadores activos.

Para México, Playtomic eligió Guadalajara como sede, y desde ahí opera más de 200 centros afiliados en ciudades por todo el país. ¿Quieres jugar a la noche en Monterrey? Hay 15 centros disponibles. ¿En Ciudad de México? 16 centros. ¿Mérida? 8 ¿Guadalajara? También 8.

El outlier es Torreón. En esa ciudad, el pádel es hoy más popular que en cualquier lugar de México. Para una ciudad con una población de 720 mil habitantes, hay cinco veces más canchas por persona que en Monterrey — o 27 veces más que en Ciudad de México.

En Torreón se hizo una cultura de comunidad, mucha amistad, porque se juega entre cuatro. Cuando terminamos de jugar, nos echamos unas cervezas y la carnita asada”, dice Diego Garza.

En verano de 2020, Diego fue a Torreón a un torneo nacional de pádel. Se sorprendió con la popularidad del deporte en la ciudad, y creyó que algo similar podría pasar en Monterrey.

Vimos que [en Torreón] había como cinco clubes, alrededor de 60 canchas, y en ese mismo momento no había más de 15 canchas en Monterrey. Le dije a mi papá que acá habría una súper oportunidad”.

Comenzaron construyendo dos centros, Pádel Club Santa María y Pádel Club Esfera, y posteriormente también desarrollaron una tienda especializada, Bandeja. En año y medio, señala, las ventas se han multiplicado por cinco.

Esa es una buena representación de la cantidad de nuevos jugadores que están surgiendo en Nuevo León y en México, porque nosotros vendemos en todo el país”.

En EUA también va creciendo en popularidad. Otro deporte de raqueta — pickleball — está ganando terreno, pero las canchas de pádel comienzan a convertirse en una amenidad para casas de lujo y hoteles. Coincide también que donde más avanza el deporte son en ciudades con un buen número de mexicanos, como Miami, Woodlands y San Diego.

De acuerdo con un artículo publicado hace algunos meses en The Wall Street Journal, planos de casas que antes mostrarían una cancha de tenis ahora aparecen con sus respectivas canchas de pádel.

Homeowners with a court are like the popular kid at school… Everyone wants to be your friend and come over and play padel”, señala el artículo. 

Al igual que la Fórmula Uno o el hiking, el pádel está convirtiéndose en un deporte cada vez más común en nuestro país. Ahora vienen torneos nacionales e internacionales y SKY comienza a transmitir el World Padel Tour, que se llevará a cabo en noviembre-diciembre en Monterrey.

No deja de ser un deporte que requiere un espacio dedicado y de cierto nivel de equipamiento — difícilmente llegará a ser tan dominante como lo son el fútbol o incluso el basquetbol —, pero sí es más fácil de jugar, y considerablemente más barato que opciones como el golf o la bici de ruta.

Para clubes privados e instituciones educativas es una forma de aprovechar mejor el espacio: en donde cabe una cancha de tenis (que típicamente sería utilizada por dos personas) hay espacio para al menos dos canchas de pádel, que pueden ser utilizadas por ocho personas a la vez.

Argentina, mediados de los 90s.

El pádel era el deporte. Gozaba de casi tanta popularidad como el fútbol, lo cual dice mucho para un país con tanta afición por ese deporte. Había importantes torneos, con jugadores profesionales seguidos por millones de fans. Canchas por todos lados. Argentina incluso se coronó campeón del primer torneo internacional de padel en 1992.

Diez años después, el furor había desaparecido. Sí, seguía siendo un deporte común, jugado regularmente por muchas personas. Pero ya no había una obsesión por él. Dejó de crecer a tasas extraordinarias.

¿Qué tanto durará el boom en México? Pocas cosas crecen aquí con ese ritmo. Parece haber grandes oportunidades de negocio para quienes tengan la capacidad de reaccionar rápidamente y consolidar su posición en el mercado. ¿Terminará pasando el furor? Probablemente...

…pero importante: la pandemia también revivió el pádel en Argentina. Allá también regresó a ser el deporte del momento. Mientras tanto, en España no afloja su popularidad. Algo tiene…