La apuesta de Ternium por Monterrey

Llegaron hace apenas 15 años, pero el impacto es hoy increíblemente importante para la región.

Sabíamos que estaba en Pesquería, pero no visualizábamos que habría que recorrer un buen tramo dentro del municipio para llegar a la planta. Está lejos, sin duda, y penosamente, llegamos un poco tarde.

Sabía también que sería una planta muy grande. Al final, la naturaleza de la industria – y el tamaño de la inversión – hacía pensar que visitaríamos algo grande. Pero otra vez, nos sorprendimos por la magnitud del campus. Porque de alguna forma, así termina sintiéndose – como una versión industrial de un campus. Son 440 hectáreas. Es gigante. 

El grupo empresarial en sí es gigantesco. Agostino Rocca fundó en 1945 lo que hoy conocemos como Techint, la holding detrás de Ternium. Es hoy una organización con más de 57 mil empleados, que genera ingresos que superan los $23 mil 400 millones de dólares anuales.  

Ternium por sí sola tuvo ventas de $8 mil 735 millones de dólares en 2020. Vendieron más de 11 millones de toneladas de acero – un 51% de esto, en México. 

Nació formalmente en 2005, a partir de la consolidación de Siderar (Argentina), Sidor (Venezuela) e Hylsa – la que por muchos años fuera prácticamente un sinónimo de Grupo Alfa y en, muchos sentidos, uno de los principales referentes empresariales en Monterrey. Un par de años más tarde, Ternium sumó también al enorme Grupo IMSA – y ya con eso se convirtió en el productor de acero más grande en Latinoamérica.

El centro industrial en Pesquería lo inauguraron en 2013, tras una inversión de $1,100 millones de dólares. Después, en 2016 le inyectaron otros $1,000 millones – ahora para construir una central eléctrica, que con una capacidad de 900 MW, es la sexta más grande en todo el país y tiene capacidad de generar suficiente energía como para una ciudad de un millón de habitantes. En 2020 aumentaron su capacidad de producción con una inversión adicional de $300 millones de dólares. 

Este año están estrenando el nuevo laminador en caliente. Es un proceso complejo, en donde básicamente entran por un lado ‘planchones’ de acero que avanzan por una línea automatizada para transformarse y salir convertidos en lámina de acero, que se utilizará para la industria automotriz y productos de línea blanca. Es proyecto con un presupuesto de otros $1,420 millones de dólares.

Siempre un paso adelante.

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